En el capítulo 6 de la temporada 13 de Rupaul´s Drag Race, a las competidoras se les pidió subir al escenario principal y pasearse orondas y feroces por la pasarela, usando un traje que respondiera a la categoría “Pequeño vestido negro”.
En general fue una pasarela aburrida, de esas que le hacen a uno decir, mehhh, como Rupaul cuando terminó el lipsynch for your life de Nina West con Dr. Silky. Y es que prácticamente todas las queens se fueron por el lado seguro, usando una pieza de ropa de color negro, sin que con ella deslumbraran en la pasaralela. O sea, casi ninguna nos dejó gagueando ante un despliegue de ferocidad o ante una alta dosis de sickennismo. Casi en su totalidad, las reinas de la S13 taconearon de principio a fin el escenario luciendo unos atuendos bastante básicos, tanto es así, que la ganadora del reto principal, Olivia Lux, en la pasarela se lució gracias a lo imponente que la hacía ver la peluca y no el pequeño vestido negro. En el caso de Lux, el vestido lucía más dentro de la categoría Jujubee de compras en el centro comercial.
Pero volviendo al tema que nos amarra como una boa de plumas de pollo alrededor del cuello en este artículo, les venía diciendo que si bien casi todos los looks de la noche fueron olvidables y en el terreno de lo básico, hubo un look que nos dejó la quijada en el suelo, o sea, con la boca abiertísima a todo lo que da y fue el look de Gottmik. Ella tomó la categoría “pequeño vestido negro” tan literal, pero tan literal, que terminó por confeccionar un look altamente conceptual, que iba más allá del vestido y en el que su cuerpo entero se convertía en pieza principal del ensamble.
Y es que su versión del pequeño vestido negro se convirtió en uno de los statements de moda más importantes de la temporada trece de la competencia que busca la próxima súper estrella drag. Gottmik literal se vistió con un pequeño vestido negro que apenas le cubría la entrepierna y para cubrirse el emoji de durazno, es decir, las nalguitas, usó un lazo negro como el perfecto broche de cierre para un look que celebrara el cuerpo del primer hombre trans que ha desfilado por la pasarela de Rupaul. Lo cual no es para nada un detalle menor, precisamente Rupaul, anteriormente, fue criticado por decir que las personas trans no deberían participar en el programa porque según él, “el drag perdía su sentido del peligro y de la ironía cuando no era hecho por hombres”. En su momento Rupaul afirmó que, en esencia, el drag era un manifiesto social en contra de una sociedad dominada por machos y que lo que hacía del drag “punk-rock” era que lo hicieran hombres como una muestra de rechazo a la masculinidad.
Y aquí vale la pena detenernos en las palabras con las que Rupaul explicó en su momento por qué las personas trans no debían participar en el show. Podemos ver que más que todo se refería a las mujeres trans, manifestando que como lo drag se trataba de sacarle la lengua, de hacerle burlas al género y sobre todo a la masculinidad, tener a una mujer trans en drag no era, en palabras de Rupaul, tan punk rock. Es decir, para la Rupaula, una mujer trans encaramada en drag no era tan provocador, insinuando que resultaba provocador solamente si lo hacía un hombre, si la ilusión de mujer la hacía alguien que en su vida cotidiana luciera en el lado opuesto del espectro mujer.
Los comentarios de Ru fueron objeto de duras críticas, por lo que luego pidió disculpas y posteriormente queens como Gia Gunn, Peppermint y Sonique han agraciado la pasarela de dragrace, demostrando que a la hora de hacer drag las mujeres trans pueden ser tan punk rock como el que más.
El anterior contexto nos sirve para dimensionar lo importante e icónico que fue el pequeño vestido negro de Gottmik en la pasarela. En la entrega más reciente del programa Fashion Photo Ruview obtuvo un SHOOT! por parte de una de las queens más expertas en moda de la historia de dragrace como lo es Raja. Ella le otorgó un SHOOT! al vestido de Gottmik, una calificación poco frecuente en ese programa, reservada solo a los looks más despampanantes, a los más provocadores, inventivos, a los que nos dejan sin aire cuando los vemos salir a la pasarela. Estas fueron las palabras con las que Raja describió el look antes de darle el shoot y luego de literalmente decir que se había quedado sin aire al verlo:
“Es gracioso, provocador, como un dibujo animado, es un look que va más allá”
Y tiene razón, el look merece un shoot, también porque Gottmik logró hacer que su cuerpo fuera parte integral del vestido, dándole un tinte de manifiesto político y artístico. Si la misma Rupaul había explicado que lo interesante del drag es que le haga mofas o que desordene los conceptos preconcebido acerca del género, especialmente la masculinidad, Gottmik tuvo la osadía acertada de lucir un pequeño vestido negro que le permitió gritar a las cuatro cámaras, éste es quien yo soy, este es mi drag, siento orgullo de quien soy y como luzco y no pido ninguna disculpa por ello. Sobre el look, Gottmik afirmó en su canal de YouTube:
“Este fue un momento de afirmación corporal y empoderamiento para mí, Hace un año no habría sido capaz de hacerlo, pero en los últimos meses tuve mi cirugía de pecho, estoy tomando mis hormonas, así que no podría estar más feliz con mi cuerpo y con verlo así en la pasarela”
El look cobra aún más relevancia tras el revuelo que hubo por los comentarios acusados de transfóbicos, emitidos por una de las queens que también se destaca por hacer looks icónicos, como lo es Nina Bonina Brown. Se le acusó de transfóbica por un par de comentarios en los que bromeaba acerca de Gottmik, diciendo que no necesitaba hacerse el tuck y acerca de las “curvas” de Gottmik. El primero, un comentario ofensivo, porque qué derecho tiene Nina de referirse a qué hay entre las piernas de Gottmik. Nina también comentó que Gottmik podía salir con tan poca ropa a la pasarela porque “aún tenía curvas” y que todos sabíamos porqué. Un comentario también “pasado de piña”, como decimos en el Caribe colombiano, teniendo en cuenta que nadie tiene derecho a opinar sobre la transición de género de ninguna persona trans. No es obligación de ninguna persona trans lucir como la idea que alguien más tiene de cómo debe lucir un hombre o una mujer. Una persona trans está en todo el derecho de agenciar su transición como le dé la gana. No se trata de complacer el ojo ni los prejuicios de nadie.
Este look pasa a la historia de dragrace como uno de los más icónicos por su carácter fashion, político y artístico y además nos ayuda a los fans del programa, como comunidad, a seguir aprendiendo acerca de temas que recientemente estamos poniendo sobre la mesa, como son entender un poco más de la experiencia trans. También nos permite aprender acerca de lenguaje incluyente, en su caso Gottmik prefiere pronombres masculinos fuera de drag y femeninos cuando está encaramada. Esta temporada 13 y la participación de Gottmik nos ha permitido entender que así como rechazamos cualquier tipo de racismo, también debemos rechazar cualquier tipo de transfobia dentro de nuestra comunidad. Lo drag siempre ha sido para las personas diversas ese motivo de reunión y la idea es que esas reuniones sean un lugar seguro para todes.
Felicidades a Gottmik por este gran look y por el papel que está haciendo en temporada 13, representando a la comunidad trans y, más allá de eso, representándose a sí mismo, dándonos a conocer la ferocidad de su arte y su individualidad.