Inua Ellams es poeta, dramaturgo, performer y artista visual. Nació en Nigeria y vive en Londres. Sus intereses artísticos son varios, de ahí que su mente no descanse a la hora de responder. Hablar con él es descubrir a un hombre que constantemente se pregunta quién es y a qué lugar pertenece. Su obra es una reflexión sobre la masculinidad africana diseminada por el mundo y los ejercicios para cuestionarla. Así mismo, explora la migración como un fenómeno que influye en la construcción de la identidad.

HRP Tower of London Inua Ellams January 29 2018.

ESPECIAL ENTREVISTAS

HAY FESTIVAL 2020

Por: Julio César Márquez Ariza y Raúl Padrón Villafañe

Ellams es un fanático del hip hop como forma de arte, cultura y posibilidad política. Desde sus apuestas estéticas procura subvertir todo aquello que considera injusto en la sociedad. Fue ganador del Edinburgh Fringe First Award por The 14th Tale en 2008, y fue traído por el British Council al Hay Festival Cartagena, donde conversó con Cabeza de Gato. Esto fue lo que nos contó:

Cabeza de Gato: Vimos en tu página que escribes poemas por comisión. Dinos la verdad ¿es un buen negocio?

Inua Ellams: Depende de quién lo pida. El Museo de Manchester me pidió un poema y pagó muy bien. A veces lo hago gratis. Me piden escribir algo para un padre o una madre y no cobro. Pero también me lo piden grandes organizaciones, inmensas, una cadena de hoteles en Norteamérica, por ejemplo, y puede ser rentable.

 

CDG: En una entrevista dijiste que supiste que eras negro cuando llegaste a Londres, pero ¿qué significa eso?

I.E.: Esto es algo que está cambiando para mí. Me refería a que siempre supe que era africano, por el color de mi piel y en la televisión me encontraba con James Bond que era un hombre blanco y yo era negro. Hacía esa relación. El resto del mundo me veía como un hombre negro, porque en Nigeria yo era sólo un hombre y James Bond era un hombre blanco, ¿me hago entender? Yo era normal y él, anormal. Así era mi mundo, pero cuando llegué al Reino Unido descubrí que era un hombre negro y que esa palabra: negro, tenía una connotación negativa y que ser negro en el occidente implicaba una cantidad de cosas malas.

Pero también significa que siempre había creído que “negro” había sido inventado por los blancos para diferenciarse “ellos” de “nosotros”, pero he descubierto que, antes de la colonización, los antiguos africanos llamaban a África “la tierra de los negros” así que ya se reconocían como negros aunque sin la connotación política de la palabra. Nos llamamos negros mucho antes de que el blanco nos nombrara así, pero significaba cosas distintas. Y no supe nada de esto hasta hace quizás dos semanas cuando leí un libro que explicaba la historia de África como continente. África no era la manera en que los antiguos africanos se referían al continente, fue un nombre impuesto por los romanos. Es sólo una muestra de todo lo perdido. La lengua coloniza a la gente, no solo la tierra, también las mentes.

 

CDG: ¿En tu labor como escritor, como artista, has estado buscando reencontrar tus raíces?

I.E.: No, mis raíces están con mi familia inmediata, mi mamá, mi papá y mis tres hermanas, y donde quiera que he estado, han estado conmigo. Creo que lo que he estado buscando es construir una identidad que sea tan fluida como yo y una especie de sitio al que pertenecer. He aceptado que nunca seré lo suficientemente nigeriano para encajar en Nigeria y nunca seré lo suficientemente Inglés para hacerlo en Londres, o lo suficientemente irlandés para Irlanda, y la mayor parte de mis amigos han migrado a muchas partes del globo, y nos hemos convertido en algo que se siente como una familia, y reconstruido nuestras propias raíces. Eso es lo que funciona para mí, así que no he estado buscando mi identidad como nigeriano, sino que acepto que mis raíces están por toda la tierra, aferradas a distintos lugares y eso nos da fuerza, pertenecer a tantos lugares.

 

CDG: Además de creador, eres facilitador en talleres, ¿cómo es esa labor?

I.E.: Lo que intento, lo que hago es que realizamos diversos ejercicios en las clases. Esto es algo que hago internacionalmente, pero también por todo el Reino Unido. Y lo que intento hacer es removerle el misterio a la escritura, la gente se imagina a los escritores de maneras muy raras. En Inglaterra la gente piensa en quien escribe como una persona que está sentada en un cuarto oscuro examinando a la humanidad y extrae de esa oscuridad la verdad de la humanidad y la arrastra a la luz. La imaginan como una mente que hay que reverenciar. Pero sé que hay lugares, como en ciertas comunidades de Latinoamérica, en las que quien escribe no lo hace para sí mismo sino que su escritura sirve a la comunidad. En Nigeria, los nigerianos son gente muy sarcástica, si les cuentas una historia y es mentira (crap), o ellos sienten que es mentira (crap), van a apoderarse de tu historia y contarla entre ellos, así que tienes que aferrarte a tu historia con todo lo que tienes. Estos son el tipo de territorios culturales que me interesan y a los que pertenezco y es algo que llevo a mi escritura y a mi labor como facilitador en los talleres. Así que cuando enseño a escribir lo que quiero que se entienda es que no hay magia en lo que hago, que lo que hay es una reflexión sobre quien soy y a donde pertenezco y hacer que esto se refleje en los personajes que creo.

Otra cosa que hago es enseñarles un poco de teoría del lenguaje, explicarles cómo funcionan las palabras, pero también intento romper esa teoría y mostrarles que no soy un mago, que al final soy un tipo improvisando (making up shit) y los animo a hacer lo mismo. También les enseño las bases de la edición, lo que significa meterse en una historia e intentar limpiarla; aprender a abrirla para que cuando venga gente foránea a esta historia puedan incluirse en ella, pero también cerrarla, a hacerla tan específica y personal que no pueda haber sido escrita por otra persona. Hay muchos ejercicios que realizamos, pero mi motivación principal es democratizar el lenguaje y la escritura, que se entienda que no hay magia en esto, solo trabajo duro.

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CDG: Además de estos talleres, haces algo que se llama Midnight run, actividad en la que recorren Londres durante la noche, háblanos de eso.

I.E.: En esas noches realizamos muchas intervenciones artísticas, no son solo performances, también talleres dirigidos por artistas locales y encontramos los espacios, así que no son noches de solo hablar, son noches de crear música, poesía, teatro, títeres y hacemos muchas otras cosas, como crear ukuleles con cajas de cigarros, sembramos flores en medio de la noche, vamos a talleres de alimentación consciente (mindful eating) en los que aprendemos a crear comida inspirada por nuestras emociones y miedos. Así que no es solo acerca de escribir, es acerca del arte, de nuestros cuerpos, mentes y sentimientos y cómo se crean en estos midnight runs.

 

CDG: ¿Por qué empezaste a escribir, fue algo que ocurrió naturalmente?

I.E.: No, empecé a escribir por aburrimiento. No tenía más nada que hacer. Tenía mucho tiempo en mis manos. Fue una época en la que por mi situación migratoria no podía trabajar ni estudiar. Empecé a escribir para entretenerme, para mantenerme lejos de problemas y para recordar amigos que se habían marchado. Escribí porque era mi única opción.

 

CDG:¿Y qué empezaste a escribir? ¿teatro? ¿historias?

I.E.: No, empecé a escribir poemas cortos que se convirtieron en poemas largos que se convirtieron en pequeñas obras de teatro que crecieron. Actualmente tengo un montaje con 19 actores. De allí pasé a escribir guiones para cine y series de televisión y radio-teatro. Ahora hago un poco de todos, pero todavía escribo poemas.

 

CDG: ¿Cómo es el proceso de escribir estos poemas? ¿llegas con un plan?

I.E.: No, dejo que los poemas me muestren su propia música. Los poemas se dan a luz por sí mismos, solo tienes que estar allí sosteniendo el lápiz y guiar el parto. Así que nunca trato de decidir qué o cómo es el poema. Suelo partir de una imagen que voy explorando y el poema empieza a aparecer.

 

CDG: ¿Pero por qué empezar con poemas? ¿no te parece extraño?  En muchas culturas la gente narra, pero uno no ve gente hablando en versos por la calle.

I.E.: Depende de que se entienda por poesía, hay más gente que hace poesía que gente que lee poesía, porque cuando empiezas a sentir algo no puedes escribir una película con eso, hacer un ensayo requiere más tiempo, no puedes escribir una sinfonía sin una orquesta. Lo primero que puedes hacer es escribir un poema, escribir lo que sientes en un papel. Y luego puedes empezar a darle estilo, a sumarle estética, lenguaje, y te encuentras ya en el reino de lo poético. Así que para mí, lo más sencillo era escribir un poema, más que escribir una historia. Las historias son difíciles. Una novela tiene 60.000 palabras, un poema puede tener cuatro o diez palabras en una página, y si no te gusta lo botas. Escribir una historia requiere mucho tiempo, le tengo respeto a los novelistas.

 

CDG: ¿Por qué suele haber en tus obras un aspecto mitológico?

I.E.: Solía leer la biblia como un libro de mitología, tú sabes, para mí Cristo no era hijo de Dios, era un súper héroe, podía hacer cosas que hacía Superman, podía caminar sobre el agua, podía volar, así que cuando estaba leyendo sobre Cristo estaba leyendo sobre un ser que tenía habilidades superhumanas como superman o aquaman. Y así era Hércules, él era un súper hombre, era un hombre supremo. Y lo mismo se puede decir de todos los dioses y diosas, incluso Zeus, él era un dios, pero era vil, egoísta, sexualmente promiscuo, no sabía controlar su ira, no era un buen tipo. Por eso me gusta la mitología, porque nos permite explorar las capacidades y emociones humanas y llevarlas al extremo y ver qué resulta. Además me gusta pensar en los superhéroes y los comics como un tipo de familia, como un hogar. Sin importar donde estuviera, yo podía conseguir un comic de la Liga de la justicia o los Vengadores y sentirme rodeado de algo familiar.

 

CDG: ¿Estás haciendo una obra de teatro sobre el hijo de Zeus?

I.E.: Ehh, s… no. No exactamente.

 

CDG: ¿Es decir que el personaje principal de The halfgod of rainfall no es como Hércules o algo similar?

I.E.: Creo que quise que se creyera que era como Hércules, pero en realidad es más el hijo de su madre. Zeus nunca se preocupa por él, así que no pienso en él como el hijo de Zeus, sino como el hijo de Modupe.

 

CDG: Y bueno, si vi que hay muchas mujeres en la obra, así que es realmente una obra sobre estas mujeres. Cuando escribiste The barbershop Chronicles fuiste a un espacio muy masculino, la barbería, un espacio donde los hombres se encuentran entre sí y se privilegia lo masculino. Pero en The half god of rainfall, estás privilegiando las voces femeninas. ¿por qué se produce ese cambio?

I.E.: Ambas obras están haciendo lo mismo, Barbershop es acerca de hombres, hombres negros específicamente, en lugares seguros, donde pueden ser ellos mismos y preguntarse ¿qué significa ser un hombre?, ¿cómo funciona mi masculinidad en este mundo en el que las mujeres, podría pensarse, tienen cada vez más poder y que en algunos espacios son tan poderosas o más poderosas que los hombres? ¿Cómo cambia eso la manera en que me relaciono con mi padre, con mis hermanos, con mi hijo? ¿Cuáles son los mejores aspectos de ser un hombre y cuáles son los peores? Y esos son los temas sobre los que trata Barbershop. Halfgod es exactamente sobre lo mismo, solo que ahora son las mujeres las que están teniendo esas conversaciones: ¿Qué significa ser una mujer en un mundo operado por un hombre? Y cuestionan cosas tratadas en Barbershop: la masculinidad tóxica, ser un hombre y llevar esa identidad hasta el punto de convertirse en un monstruo. No creo que haya un solo hombre racional que se sienta cómodo con ese tipo de masculinidad exacerbada. En Halfgod vemos a ese monstruo que es Zeus, y hay que preguntarse: ¿qué hago si soy el hijo de ese monstruo?, ¿cómo me enfrento a ese conocimiento del lado monstruoso de mi humanidad?, ¿cómo creo un espacio seguro para las mujeres de las que provengo y me rodean? Así ambas obras están preocupadas por lo mismo, son dos lados de la misma moneda.

 

CDG: Finalmente, nos gustaría que nos recomendaras algunos autores de tu Nigeria natal.

I.E.: Primero, un poeta llamado Logan February, es muy joven y talentoso. Escribió: How to cook a Ghost.

Segundo: una amiga, Chibundu Onuzo, una novelista escribió: La hija del Rey Araña y Welcome to Lagos.

Tercero: Soy terrible con los nombres, aunque los tengo en la punta de la lengua. Como no los recuerdo, recomendaré dos libros y les dejo la tarea de buscar a los autores: Blackass (A. Igoni Barret) y Foreign Gods (Okey Ndibe).

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