En Cartagena, en la mañana del martes 22 de marzo de 2016, al ciudadano Julio Ruíz Hernández le fue inmovilizada su bicicleta, debido a que, conforme a lo expuesto por el agente de tránsito que llevó a cabo la operación, está prohibido transitar con ese tipo de vehículo en vías de alto tráfico. La misma suerte corrieron las bicicletas de otros dos ciudadanos que transitaban con ellas por la Transversal 54, a la altura del Colegio INEM.

¿Cómo exigir a los ciclistas que no transiten por las vías de alto tráfico en una ciudad que no cuenta con ciclorutas? ¿Dónde está la señalización que indica por dónde sí y por dónde no se puede transitar en bicicleta?

El hecho suscitó la indignación de la comunidad cartagenera, quienes a través de redes sociales manifestaron su desacuerdo con la medida. Y es que resulta del todo criticable la aplicación de una norma que en la realidad de Cartagena parece absurda. ¿Cómo exigir a los ciclistas que no transiten por las vías de alto tráfico en una ciudad que no cuenta con ciclorutas? ¿Dónde está la señalización que indica por dónde sí y por dónde no se puede transitar en bicicleta?

Pese a que supuestamente con Transcaribe la ciudad se pone a tono con la modernidad en materia de transporte público, este sistema que lleva diez años en construcción no contempló la adecuación de vías exclusivas para bicicletas, que permitieran fomentar el uso de este medio de transporte en la ciudad.

De por sí las personas que andan en bicicleta en Cartagena en las horas del día, para transportarse en trayectos más o menos largos, son unos héroes. Cartagena, además de carecer de vías para las bicicletas, posee un clima que se opone al uso de este transporte, con un inclemente sol que convierte el andar en cicla en todo un desafío para el cuerpo.

Sin embargo hay quienes se atreven a hacerlo, con lo cual ayudan a descongestionar el transporte público masivo, reducen el número de vehículos particulares en carretera y ayudan a reducir la emisión de gases tóxicos propios de vehículos de tracción mecánica. Aún así, en lugar de motivarlos a continuar con esa opción de transporte, como se hace en otras ciudades, en las que hasta se les paga a los ciudadanos para que opten por moverse en bicicleta, a los ciclistas cartageneros se les castiga decomisándoselas.

Al joven Julio Ruíz Hernández le costó $76.500 recuperar su bicicleta, tras cancelar $42.000 por el comparendo, $23.000 por la grúa y $11.500 por el parqueadero, es decir, casi la mitad de lo que vale una bici. Los otros dos ciudadanos no han podido recuperar sus vehículos pues no cuentan con la factura de compra. Y es que ¿quién guarda la factura de una bicicleta que lleva años poseyendo?

La falta de ciclorutas es un detalle que hace que Cartagena se raje en materia de transporte. Ciudad del siglo XXI que se respete cuenta con un carril exclusivo para las bicicletas y es el medio de transporte cuyo uso se estimula en la ciudadanía.

La falta de ciclorutas es un detalle que hace que Cartagena se raje en materia de transporte. Ciudad del siglo XXI que se respete cuenta con un carril exclusivo para las bicicletas y es el medio de transporte cuyo uso se estimula en la ciudadanía, para estimular el ejercicio, mejorar el medio ambiente y la movilidad. En pocas palabras, hoy en día, una ciudad sin ciclorutas no es una ciudad.

En lugar de proteger a los ciclistas, generar estrategias para mejorar las condiciones en que se transportan, liderar de una vez por todas un proyecto para la construcción de ciclorutas a lo largo de la ciudad, desde ayer la autoridad cartagenera ha generado un malestar y un temor entre los usuarios de bicicleta, quienes con toda razón se sienten afrentados y amedrentados con la obtusa medida de la inmovilización. Por cuenta de estas autoridades, tocará andar con la bicicleta al hombro para no quedarse sin ella.

Para mañana 24 de marzo a las 4 p.m., saliendo desde la Bomba del Amparo hasta el Centro, se tiene programada una movilización (+ info) en la que los ciclistas se manifestarán para pedirle a la administración que se pronuncie respecto del asunto de las bicis y garantice sus derechos.

En Cabeza de Gato pensamos que es importante que desde la alcaldía se exprese cuál es el compromiso no sólo con los ciclistas de la ciudad, sino con la ciudad misma, que nos digan para cuándo se va a actualizar Cartagena en un aspecto tan importante para que una ciudad sea una ciudad de verdad, como lo es contar con una estructura adecuada para el transporte en bicicleta.