El primer capítulo de la temporada 27 de Los Simpsons se estrenó el domingo pasado en Fox. Hicimos la tarea de verlo, para corroborar si se confirma o no lo que muchos fans de la serie vienen pensado desde hace unas diez temporadas: Los Simpsons ya no tienen nada nuevo ni bueno que decir.

Homero cheating

Y es que los nuevos capítulos de Los Simpsons se clasifican en dos grupos, los simplemente absurdos y los que son un remake absurdo de episodios pasados. Ambos sirviendo a un mismo propósito, lograr que los personajes pierdan cada vez más su esencia. Marge se ha convertido en un monumento a la resignación, Lisa es cada vez más tonta, Bart es malvado sin motivo alguno y sin gracia, Homero es completamente desconsiderado y Maggie lleva tanto tiempo siendo una bebé que no habla, que ha perdido todo misterio.

¿Cómo es que los personajes se volvieron tan unidimensionales, cuando su gracia precisamente radicaba en ser una entrañable mezcla de cualidades y defectos? La complejidad psicológica de los Simpsons era tal, que muchos de sus capítulos se convertían en genuinas lecciones de vida. Hoy día, tanto los personase principales como los secundarios son cada vez más una caricatura de sí mismos, lo cual debería ser técnicamente imposible, tratándose de dibujos animados. Cada nueva temporada sirve para dar al traste con el legado de la serie.

Si algo bueno tenían Los Simpsons era que pese a ser dibujos que no parecían humanos de verdad, les ocurrían cosas verdaderamente humanas. Entonces no importaba que fueran amarillos u ojones, aún así resultaban una réplica de la sociedad. Ahora lo que les pasa está tan alejado de la realidad, que hasta podría sospecharse que Springfield queda en otro planeta.

Basta fijarse en el primer capítulo de la nueva temporada, titulado “El sueño de todo Homero”, para apreciar el grado de sin sentido al que han llegado. En él, Homero sufre de narcolepsia, enfermedad que utiliza como excusa para su haraganería, hasta que Marge no lo soporta más. Van a terapia, la sicóloga les aconseja que lo mejor es divorciarse. Se separan, Homero consigue una amante de veintitantos, consumen drogas, se hacen tatuajes complementarios y andan en bares con los amigos hipsters de la muchacha. Luego conocen al papá de ella, que resulta estar saliendo con Marge. Durante una cena que comparten los cuatro, la novia de Homero le cuenta que está embarazada. Ahí, Homero despierta, todo era un sueño. Pero luego ese sueño resulta ser un sueño dentro de otro sueño de Homero, aunque también de Marge. Al final, todos los sueños eran realmente un sueño de la protagonista de la serie Girls.

Quizá los Simpson son tan noventeros, que allí debieron quedarse y en realidad no hay manera de actualizarlos, ni siquiera con esa forzada referencia a la serie Girls.

Marge Simpson

“Sé que este matrimonio no es perfecto, ni siquiera es bueno, pero ahora añoro los momentos en los que era más o menos”, dice una acongojada Marge, mientras está en terapia con Homero. La frase describe exactamente lo que sienten muchos fans de la serie viendo estos nuevos capítulos, anhelando los tiempos en los que si quiera eran más o menos. Digamos, como cuando llegaron al episodio 300 y empezaron esas tramas descabelladas en las que Homero terminaba montando patineta con Tony Hawk.

Este primer capítulo de la nueva temporada no es más que una versión menor, mucho menor, del episodio en el que Homero se enviaja con ají y tiene un encuentro con el Zorro Cósmico. Si los Simpson están allí sólo para ser una versión menor de sí mismos, ¿qué sentido tiene que sigan al aire? Por pura ambición, Fox está logrando que la serie escogida por la revista Time como la mejor del siglo XX, se convierta en este siglo en el hazme reír de la televisión y no por las razones correctas.

El sueño de todo fan de los Simpsons debería ser que la serie durara para siempre, sin embargo, después de 27 temporadas, pareciera ser que lo mejor que podría pasarles es que se acaben.

Simpsons season 27