Dijo Jorge Luís Borges que “el insomnio es temer y contar en la alta noche las duras campanadas fatales, es saberse culpable de velar cuando los otros duermen, es querer hundirse en el sueño y no poder hundirse en el sueño, es el horror de ser y de seguir siendo, es el alba dudosa”. Quienes lo padecen o han padecido, saben que el insomnio es sobre todo soledad. Para acompañar esas noches en vela, les compartimos esta playlist con tonadas de rock en español que quizá no te hagan dormir, pero al menos darán un poco de sosiego y sinestesia a tu cabeza.
Empezamos la tanda de música para las altas horas de la noche, con este tema de Fito Páez que nos lleva en bondi desde Buenos Aires hasta Río. ¿Hasta dónde pueden desvelarnos las promesas de amor?
Seguimos con Aterciopelados. ¿Cuántas pastillas o gotas para dormir has tomado y aún así sigues sin conciliar el sueño? Quizá sea tiempo de desintoxicarse a ver si por fin la madrugada deja de teñirse de melancolía.
Fito Páez repite para preguntarnos cuántas vueltas hemos dado ya en la cama en medio del desespero. ¿Qué dice el reloj, cuántas horas faltan para que llegue la primavera?
Tal vez ir a la cocina y tomar un poco de agua, un té, manzanilla, algún líquido de esos que dicen que tranquilizan. Por lo pronto demos un trago de Soda Stereo a ver si anestesiamos la eternidad de la espera.
Y si un trago de Soda Stereo no es suficiente, tomemos uno más, una dosis triple si es necesario. Lo que sea para dar por terminada la vigila y que por fin encima se nos derrame el sueño.
Solo dime que no es un despecho lo que no te deja descansar las pestañas. El amor está para hacernos gozar no para hacernos sufrir en la cama. Ni que fuera la octava maravilla merecería robarte el sueño. Vamos con de nuevo con Aterciopelados.
No dejes que los espejismos te enreden la cabeza. Más bien deja que Gustavo Cerati te sumerja en la calma. Hay un lago que refleja la imagen de tu otro yo que ya por fin disfruta de un merecido sueño.
Empezamos con Fito Páez y con él cerramos. Tírale un cable a tierra a esa cabeza tuya que tanto vuela. Respira profundo diez veces. Cuenta hasta diez en reversa mientras respiras. Aterriza. Estás en tu cama. Relájate. Respira. Acércate a ti misma antes de que salga el sol. Déjate descansar por lo que queda de noche. Ya habrá suficiente día para resolver los problemas.
