Esta semana, un tema recurrente en redes sociales y columnas de opinión en revistas, fue el discurso que se predica y las prácticas que implementan ciertos pastores y ciertas iglesias cristianas evangélicas de la ciudad de Cartagena. A lo largo de la discusión política/religiosa/económica planteada, uno de los temas más nombrados, con argumentos a favor y en contra, fue el diezmo. 

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A través de este artículo, más allá de querer ahondar en las críticas a personas o iglesias específicas, lo que queremos es poner a prueba una afirmación que vimos repetir como verdad absoluta a varios adeptos de las iglesias aludidas: “el diezmo es bíblico y por lo tanto incuestionable”. ¿Será eso cierto? ¿Es en realidad el diezmo una práctica obligatoria para las personas que siguen la Biblia, sólo porque algunos versículos lo consagran? Veamos.

Diezmo

El diezmo es una práctica impuesta en muchas iglesias cristianas, cuyo énfasis en la obligatoriedad de este aporte supera a veces la propia divulgación de la palabra de amor de Jesucristo. En algunos de los artículos que leímos en estos días, se pone en evidencia el negocio que constituyen muchas iglesias evangélicas, las enormes ganancias anuales que recaudan, sin que ello les genere impuestos y la ambición que demuestran ciertos pastores, para quienes el asunto del diezmo es la base de sus fortunas personales.

Quienes sostienen que hay pastores cuya labor principal es lucrarse a partir de la fe, argumentan que no parece coherente con el discurso de humildad de Jesucristo el recaudo obligatorio del diezmo, que hoy en día se efectúa en estas iglesias, incluso a través de datáfonos o pagos por Internet. Consideran que algunos pastores se enriquecen a partir de la esperanza y del sentimiento de culpa de los feligreses y que estos entregan su dinero porque han sido manipulados a partir de interpretaciones sesgadas de la Biblia. Por su parte, los adeptos a estas iglesias, defienden su derecho a creer en lo que mejor les parezca y justifican la obligatoriedad del diezmo, manifestando que al estar estipulado en la Biblia, tiene toda vigencia y validez.

Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento, era un requisito según el cual todos los israelitas debían ofrendar al tabernáculo/templo el 10% de todo lo que ganaban. El diezmo constituía un tributo destinado a suplir las necesidades de los sacerdotes y los Levitas del sistema Mosaico, tal como está prescrito en Levítico 27:30; Números 18:26Deuteronomio 14:232ª Crónicas 31:5.

Con base en los anteriores pasajes, muchos, sino todos los pastores de las iglesias evangélicas, toman al diezmo del Antiguo Testamento como una imposición a sus feligreses, para suplir tanto las necesidades estructurales de la iglesia, como para costear sus necesidades personales. No es un secreto que muchos pastores llevan una vida acaudalada y de ostentosas propiedades a partir de este recaudo al que obligan a los feligreses. De hecho, para muchos pastores, el no diezmar es considerado un pecado. Es usual que repitan desde el púlpito, en cada uno de sus servicios, un aparte de la biblia consignado en Malaquías 3:8-12 que dice:

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”.

Entonces, queda claro que, efectivamente, el diezmo tiene un sustento bíblico en el Antiguo Testamento, sin embargo, volvemos a la pregunta, ¿el que esté prescrito en la Biblia hace que hoy en día el diezmo sea algo incuestionable? ¿Es en verdad obligatorio para quienes siguen la biblia?

El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmar, de hecho, ni siquiera hay un versículo en el nuevo testamento que lo recomiende. A lo sumo, se tiene que Pablo declara que los creyentes deberían apartar una porción de sus ingresos a fin de dar soporte a la iglesia (1 Corintios 16: 1-2). Un soporte apenas lógico, puesto que la iglesia ofrece un servicio a sus feligreses y tiene que costear ciertas necesidades básicas, como el mantenimiento de la estructura o el salario del personal. Pero en ningún aparte se señala que el creyente deba aportar a la iglesia con la esperanza de que Dios se lo multiplique.

El Nuevo Testamento en ningún lugar señala un porcentaje específico de ingreso que se deba aportar, solamente dice que se destine una parte del dinero del creyente, “según haya prosperado” (1 Corintios 16:2). No obstante, vemos iglesias cristianas que han tomado la figura del 10% del diezmo del Antiguo Testamento y la aplican como un “mínimo obligatorio” para los cristianos en su ofrendar.

Muchos pastores usan el Antiguo Testamento para decir que el no traer “los diezmos y ofrendas a la casa de Dios”, es un pecado que impide el recibo de “bendiciones”. El problema de usar al Antiguo Testamento para apoyar la aplicación del diezmo, es que la ley contenida él, según la misma Biblia, está prescrita, es decir, ya no debe aplicarse. Es así como Pablo dice en Romanos 15:3-4:

“Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.

Lo anterior da a entender que el Antiguo Testamento está allí como una fuente de referencia histórica y de aprendizaje. Es posible aprender muchas cosas leyendo Deuteronomio, Malaquías o cualquier otro libro del Antiguo Testamento, sin embargo, no todo lo escrito en él debe aplicarse hoy día. Según la misma biblia, el Antiguo Testamento está dirigido a los judíos que vivían bajo la ley, cuando Jesucristo no había venido. Pablo dice en Gálatas 3:23-26:

“Pero antes que llegara la fe, estábamos confinados bajo la Ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la Ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo un guía, porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”.

Lo anterior explica claramente que antes del sacrificio y resurrección de Jesús, era el tiempo de la ley, pero que después de dicho sacrificio y resurrección, dicha ley ya no está vigente. Así, es posible que los cristianos lean los Salmos o Proverbios para orientar su vida, sin embargo, pasajes específicos de la ley, tales como los pasajes del diezmo, o los pasajes acerca del sacrificio de animales, si bien tienen un valor histórico, no aplican ya. La misma biblia prescribe que la ley de Moisés fue abolida con el sacrificio de Cristo. Lo anterior tiene sustento en Colosenses 2:13-14:

“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz”.

Así mismo, en Efesios 2:14-15

“Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades (la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz”.

En este orden de ideas, si la ley está abolida, no debe seguir aplicándose. Las personas que siguen la Biblia pueden conocer y aprender de la ley contenida en el Antiguo Testamento, pero deben entender que ya no es una ley vigente. Diezmar es parte de esa ley y por lo tanto ya no es de obligatorio cumplimiento.

¿Es bíblico diezmar? Sí, es bíblico, puesto que hay apartes de la biblia que lo contemplan, sin embargo, no es obligación del cristiano diezmar, puesto que la ley que le concierne es la consagrada en el Nuevo Testamento. En esta segunda parte de la Biblia no aparece el diezmo, ni diezmadores, sino dadores de corazón alegre, de acuerdo a la posibilidad de cada uno. “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).

Lo que se ha referido aquí, podría servir para que aquellas personas que defienden el diezmo que imponen ciertos pastores, valoren si el discurso según el cual deben dar a la iglesia para que Dios se los multiplique está en realidad acorde con lo prescrito en la Biblia.

Fuentes: El Diezmo: ¿es para nuestros tiempos? | ¿Qué dice la Biblia acerca del diezmo cristiano?