Dejando de lado las fotos con gestos genuinos, atengámonos a la manera correcta de tomarse una selfie, entendiendo por esto una selfie que no ingrese en lo vulgar, ni que insulte a Daguerre y Nicéphore, de manera que se arrepientan de haber inventado la fotografía:

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1.

Empiece por llenar su casa de espejos. Estire el brazo con la cámara en la mano lo más que pueda y mire vagamente al lente, olvídese.

2.

La selfie media u ordinaria consiste en sacarse un retrato usted mismo mientras realiza una contracción general del rostro.

Julio Cortázar Snapchat Dog filter

Cortázar Snapchat

3.

Para tomar bien una selfie, ponga la mente en blanco, bloquee la imaginación, elimine cualquier pensamiento mientras posa.

4.

Si no pensar le resulta imposible, por haber contraído el hábito de ejercitar el cerebro, golpéese en la cabeza con la cámara y oprima el flash mientras dure el mareo de pajaritos.

5.

En un gesto selfie, el énfasis va en los ojos y la boca, torcidos ambos, preferiblemente.

6.

Llegado el momento de la selfie, llevará la barbilla hacia el pecho y girará la cara hasta lograr un perfil tres cuartos. Las personas de cabello largo lo usarán para taparse media cara.

7.

La selfie debe tomarse de preferencia frente al espejo del baño, en el gimnasio o recién levantado aún entre las sábanas.

8.

La intención media de una selfie es retratar algo de intimidad, logrando el máximo de pornografía suave, así que no tema exhibir un poco de piel.

Julio Cortázar Snapchat Rainbow filter

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9.

Practique una mirada con los ojos entrecerrados. Ponga la boca como si apagara una vela en mitad de un paisaje donde no existe el miedo al ridículo.

10.

Si su cara en la foto (pero esto ocurrirá después de mucha práctica), luce como si estuviera en mitad de una deposición difícil en la taza del baño, estará bien encaminado.   

11.

Piense en esto, cuando usted se toma una selfie, se hace a un pequeño infierno de pixeles, un infierno que consiste en la ansiedad de postear la selfie en cuanta red social, la ansiedad de no saber cuántos likes recibirá, el miedo a que no reciba ninguno.

12.

Cuando usted se toma una selfie –no lo sabe, lo terrible es que no lo sabe–, se arranca un pedazo frágil y precario de usted mismo, algo que es suyo pero no es tu cuerpo, y que ha de exhibir al mundo como una máscara desesperada.

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13.

Allá en el fondo de los ojos en la cara de una selfie hay una emoción genuina, pero no le tenga miedo. Sujete la cámara con una mano, oprima el flash con el dedo índice y déjese robar un poco el alma, suavemente, hasta que la pantalla se vaya llenando de usted mismo. ¿Qué más quiere, qué más quiere?

14.

Publique pronto la selfie en su red social favorita o en todas, déjela latir en libertad, en pocas horas será olvidada, por usted y por quienes la vieron en el imparable torrente del Timeline.

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Nos gusta pensar que si Cortázar hubiera conocido los smartphones y las redes sociales, habría escrito un manual más o menos como el que acaba de leer. Complemente estas Instrucciones para tomarse una selfie, con los manuales que sí alcanzó a escribir el gran Julio Cortázar, entre ellos, Instrucciones para llorar, Instrucciones para subir una escalera o Instrucciones para darle cuerda al reloj, todos incluidos en su maravilloso libro Historias de Cronopios y de Famas.

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