5 lugares del Centro que todavía son Históricos

En 1984, la Unesco declaró al Centro Histórico de Cartagena de Indias Patrimonio de la Humanidad. Desde entonces, la ciudad amurallada ha experimentado una transformación en la que paulatinamente se ha convertido en un lugar ajeno a los nacidos en la ciudad.

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A punta de restauraciones, adecuaciones para el lujo y una explotación económica enfocada al turismo, la vida Caribe y cartagenera del Centro Histórico ha sido borrada casi por completo. Quienes invierten en el Centro están convencidos de que su único valor reside en los muros y en el rédito a partir de su venta o restauración, menospreciando la vida cartagenera que esos muros albergaban.

El Centro Histórico cada vez cuenta menos historias de cartageneros, sus protagonistas hoy en día son los turistas que duermen en habitaciones de 500 mil pesos la noche y comen en restaurantes de 60 mil el plato. El afán por el lujo le ha dado nueva vida a las casas otrora en ruinas, al tiempo que convirtió a los cartageneros en personajes ajenos a su propio espacio. Hoy, 32 años después de la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad, en el Centro Histórico los cartageneros y cartageneras tienen cabida, en muchos casos, sólo cuando se trata de laborar como servidumbre.

En un ejercicio de memoria y reconocimiento, visitamos los alrededores del sector de Santo Domingo (quizá en el que más se evidencia el desalojo de la vida cartagenera), en busca de los pocos lugares que han sobrevivido a la novedad y en los que aún es posible decir que se está en Cartagena.

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Estos son 5 lugares del Centro que se resisten a desaparecer y que en sus viejos muros y en las personas que se encargan de ellos, conservan un poco de la historia cartagenera de hace 3 décadas:

Calzado Cozzarelli

Es una zapatería con más de 30 años de funcionamiento, que también cuenta con una sede en Barranquilla. Fue fundada por la familia Cozzarelli, de origen italiano. Hoy es atendida y administrada por los descendientes cartageneros de esa familia. El local hace parte de una casa más grande, ubicada en medio de la calle Estanco del Tabaco, que se encuentra actualmente en venta. Allí se distribuye calzado de fabricación nacional. Su vieja instalación se encuentra muy cerca de otros emporios de la moda extranjera como Le Collezioni o Michael Kors.

Barbería Ralf

Ubicada en la calle del Arzobispado, es la última barbería clásica cartagenera en el Centro. Funciona hace 50 años y es atendida por los primos Cordero: Lizímaco, Jaime, Orlando y Manuel. La motilada y la afeitada cuestan $10.000 cada una. Está ubicada a media cuadra entre un hotel boutique y una tienda de vestidos de baño. Además de prestar los servicios de corte de cabello, es lugar de encuentro y tertulia para cartageneros de vieja guardia, palenqueras y vendedores que se estacionan allí a descansar un rato de sus jornadas y disfrutar de una amena conversación.

Restaurante Mei Di (antes El Diamante)

En la esquina de la calle de la Soledad, se encuentra este restaurante fundado por una familia de origen chino hace más de 30 años. El local muestra unas mejoras recientes, las paredes pintadas de blanco y casi ninguna decoración asiática a la vista, a excepción de un pequeño altar con figuras de cerámica incrustado en una de las paredes. El restaurante ha tenido algunos problemas con el Departamento Administrativo Distrital de Salud, que se ha visto en la obligación de sellarlo en varias ocasiones. Pese a lo anterior, sigue siendo un espacio en el que se dan cita los cartageneros que laboran en el Centro y que optan por un menú sustancioso y muy económico. El local en el que funciona hace parte de una casa en venta, por lo que eventualmente deberá mudarse.

Academia de baile Los Cisnes

Fundada por Doris Esquivel hace 32 años, esta academia de ballet y danza folclórica se encuentra en el tercer piso del viejo edificio Pombo, ubicado a media cuadra en la calle de El Cuartel. En ella se han formado como bailarinas varias generaciones de cartageneras desde los 3 hasta los 25 años. En una de las paredes de la academia es posible apreciar los afiches de sus múltiples presentaciones y los diplomas que reconocen su calidad. La música que escapa de sus ventanas y los pasos de baile que resuenan sobre su pista de madera, amenizan las tardes cartageneras del sector.

Joyería San Jorge

Fundada hace más de 30 años, en reemplazo de una óptica llamada “La Joya”, que pertenecía al dueño del local. Atendida por el momposino José Baza, allí se fabrica y repara joyería en oro y plata, con incrustaciones de esmeralda o circón. En estos momentos se avecina el traslado del negocio, puesto que la casa de la que hace parte fue vendida. Baza está a la espera de llegar a un buen arreglo económico con los propietarios antes de mudarse. Por el momento, el techo tuvo que ser cubierto con bolsas de plástico para evitar la lluvia de polvo que provocan los trabajos de restauración a los que se somete el edificio.

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En la mayoría de los casos se trata de lugares que están a punto de desaparecer, para dar paso a algún nuevo espacio lujoso, un hotel, un restaurante, seguramente propiedad de una persona no nacida en Cartagena; o se convertirán en la casa de veraneo de alguna familia fantasma muy acaudalada.

Les dejamos esta galería de imágenes de una Cartagena que parece sacada de otro tiempo y que quizá, en un futuro cercano, sólo podamos ver así, en fotos.