1995 es, sin duda, uno de los años más fructíferos de la escena musical colombiana; en él se publicaron algunos de los álbumes más importantes y de mayor trascendencia de la historia musical del país.
En 1995, el Joe Arroyo lanzó Mi libertad, disco que contiene el éxito “Tal para cual”. Aterciopelados lanzó uno de los álbumes más importantes del rock nacional, El Dorado, que contiene las inolvidables “Bolero Falaz”, “Florecita Rockera” y “Candela”.
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Ese mismo año, otros dos álbumes icónicos de nuestro cancionero nacional saldrían a la luz, Pies Descalzos de Shakira y La Tierra del Olvido de Carlos Vives. Ambos discos marcaron un antes y un después en las carreras de sus intérpretes.
En el caso de Shakira, Pies descalzos fue el disco que definitivamente disparó su carrera. Luego del bajo rendimiento comercial que tuvieran sus dos primeros larga duración, Shakira, con apenas 18 años, se arriesgó a componer un álbum que nada tenía que ver con la música que hasta entonces habían hecho las solistas de este país. Para esa época, la cantante más pegada era Marbelle, con el “Collar de Perlas Finas”. En Pies descalzos, Shakira se atrevió a publicar un álbum de pop rock, en un país donde hasta entonces el éxito comercial había estado reservado, casi exclusivamente, para el vallenato y otros ritmos tropicales.
En ese tercer disco, Shakira se embarcó en 11 canciones con las que le dio a conocer al mundo quién era como compositora. Sus letras la apartaban de la tradición del pop en español, destacándola como una escritora inteligente, recursiva, capaz de nombrar el amor sin los clichés del melodrama que entonces eran casi una obligación en el pop latinoamericano. Shakira desplegó el registro único de su voz para referirse a las relaciones de pareja con mesura y poesía, como lo hiciera en “Estoy aquí”, “Antología” o “Te necesito”. También para hacer comentarios y críticas acerca de la sociedad como lo hiciera en “Pies descalzos” o “Se quiere se mata”. Shakira se arriesgó a proponer un estilo lírico y musical, que le apartaban inclusive de lo que entonces hacía famosas a intérpretes latinas como Thalía o Paulina Rubio. La colombiana le dio un nuevo estatus al pop en español.
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Con ese aire sincero, jovial e innovador de Pies Descalzos, Shakira se ganó al público latinoamericano, que compró su disco como al pan, logrando que más de la mitad de las canciones se convirtieran en éxitos radiales. Aunque muchos le reprochan haber cambiado radicalmente su estilo musical e incluso su aspecto físico, quien escuche detenidamente cada uno de sus álbumes posteriores, sabe que la compositora de “Dónde estás corazón” siempre ha estado ahí, haciendo gala de esa manera muy suya, “shakirezka”, de referirse al amor y al desamor, sin dejar de lado el contenido social en las letras, siempre con apuntes literarios e inteligentes.
Por su parte, con La Tierra del Olvido, Carlos Vives marcó un antes y un después en la historia musical colombiana. Luego del éxito de Clásicos de la Provincia, Vives, junto a algunos de los mejores músicos del país, como Teto Ocampo e Iván Benavides, se dio a la tarea de reinventar el folklore nacional o, al menos, escribir una página nueva, en la que se empezaría a narrar la tradición de la cumbia y el vallenato desde lo urbano. En ese disco aparece la canción que da título al álbum, “La Tierra del Olvido”, uno de los temas más bellos, por letra y música, no sólo del repertorio de Vives, sino del repertorio nacional.
Junto a su banda “La Provincia”, Vives propuso una fórmula musical arriesgada, dándole aires rockeros al vallenato, presentando nuevas versiones para clásicos como “Fidelina”, “Diosa coronada” o “La cachucha bacana”, que para entonces parecían intocables, enfrentándose a la crítica de los más conservadores. Es necesario destacar que en ese álbum, Vives fue uno de los primeros artistas (fuera de Cartagena) que apreciaron el valor musical y cultural de la Champeta, incorporándola a una de las mejores canciones de su autoría, “Pa Mayté”.
En La Tierra del Olvido, Carlos pagaría un tributo al folklore nacional, para abrirse camino como uno de nuestros músicos más visionarios. Su estilo innovador y rompeaguas ha sido imitado por muchos, hasta casi lograr que la fórmula del vallentato/rock/pop suene un poco trasnochada, derivando en el llamado Tropipop. Quizá lo que les ha faltado a quienes han querido seguir los pasos de Vives sea ese amor honesto con que él se acercó a la música colombiana. Honestidad a flor de piel en cada canción de La tierra del olvido, que le permitió ganarse al público, incluidos los más escépticos, y dar a conocer el vallenato al mundo entero. Vives ha seguido explorando la fusión musical iniciada en La Tierra del Olvido, con altibajos comerciales, sin que ello le reste su estatus de leyenda en nuestra cultura.
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Hoy 27 de mayo, Shakira y Carlos Vives le ofrecen al mundo su primera colaboración, “La Bicicleta”. Bastante revuelo causó la grabación del video en Barranquilla, con los medios de comunicación atentos a cada paso que daban. No era para menos, teniendo en cuenta la trayectoria de cada uno y la obra emblemática con la que respaldan su estatus de superestrellas, el dueto que acaban de publicar es todo un acontecimiento en la historia de la música nacional.
Disfrutemos de la colaboración de estos dos grandes artistas. Esta es La Bicicleta:
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